domingo, 14 de noviembre de 2010

LO QUE HA DICHO EL PAPA SOBRE EL ORIGEN DE LA VIDA Y LA EVOLUCIÓN

Este comentario fue extraído del períodico semanal de La Ciudad del Vaticano (L' Osservatore Romano, N.43, 25 de octubre de 1996.

Del 22 al 26 de octubre estuvo destinada a estudiar el tema "Los orígenes y la primera evolución de la vida". Un tema, escribe el Papa, que interesa vivamente a la Iglesia en cuanto que la Revelación contiene enseñanzas que se refieren a la naturaleza y origen del hombre creado a imagen y semejanza de Dios. 

El Santo Padre mencionaba que no era la primer vez que el magisterio de la Iglesia abordaba este tema. Citando para hacer referencia a este tema la encíclica Humani generis (1950), en la que se menciona que la Iglesia no se opone a la evolución "en cuanto busca el origen del cuerpo humano en una materia viva preexistente". Resaltando también que ahora, casi cincuenta años después de la encíclica, "nuevos conocimientos conducen a no considerar ya la teoría de la evolución como una mera hipótesis".
El comentario realizado por el Papa a esta interrogane del origen y evolución del ser humano es: el conocimiento que da la ciencia y aquel que da la fe no se contraponen.
Es evidente de que se tratan de fuentes distintas, pero es encesario puntualizar que Dios es el origen de dichos concocimientos, por lo que no es necesario oponerlos entre sí, puesto que en Dios no hay contradicción: la verdad no puede contradecirse a la verdad.

Recordemos la postura que ha tenido la Iglesia sobre este tema, que todas las cosas fueron creadas por Dios. Y que cada viviente que comienza a existir por generación a partir de otros de la misma especie, es criatura de Dios, porque Dios es la causa de su ser y la conserva en la existencia.

La fe dice que siempre que viene a la existencia un ser espiritual es por una acción creadora de Dios. Pero respecto del cuerpo humano, la fe no niega, ni afirma, que pueda haberse dada una evolución y transformación a partir de animales inferiores al hombre, puesto que tiene su origen en materia viva que existe antes que él. Siendo esta cuestión que la ciencia ha de exlicar.  

La evolución de los organismos vivientes no se opone a la creación divina. Dios puede haber creado un orden lo suficientemente dinámico y complejo como para que en él se produzca el fenómeno evolutivo que da lugar a los vivientes y prepara así en la parte material el advenimiento del hombre como ser físico y espiritual.

Con esto, la Iglesia no tiene algun inconveniente que algún católico acepte esa teoría si le parece digna de crédito, o que la rechace si no le parece.

En resumen, la Iglesia acepta un evolucionismo que se limite a la explicación científica teórica de las observaciones naturales, sin incluir en su hipótesis cuestiones relativas a la creación del mundo o del espíritu del hombre, que son aspectos metafísicos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario